tendida sobre su espalda
y sus curvas altaneras
reposan sobre una almohada.
Y la luna muy lunera
repleta de redondez
al otoño despereza
en un silencio de espera
Se oye un rumor de persianas
que se van a descansar
de cañerías que no cesan
de verter intimidad.
Se oyen rumores de encuentro,
de goleada,
de expectación comentada,
de un septiembre apresurándose
en volver las hojas secas.
Las gaviotas dicen,
avisan que habrá tormenta
y la ventana abierta
que el frío baja la cuesta
sin golondrinas que le acompañen
ni nadie sin chaqueta
y la luna muy lunera
repleta de redondez…
y una guitarra altanera
en un silencio de espera…